Queridos lectores de este rincón.
La semana anterior os hablé de los distintos
bloqueos literarios que había probado en mis propias carnes, y de la manera en
la que aprendí a difuminarlos.
Hoy, os quiero hablar de lo que hago para llamar a
las musas y conseguir que me regalen su magia.
¡¡Que las muy pécoras nos hagan caso es posibleeee!!!
A gritarlas! Buscarlas! Perseguirlas!!!!!
A gritarlas! Buscarlas! Perseguirlas!!!!!
Escuchar música, ver series de televisión, escenas
de películas. Incluso leer o pasear frente al mar como dijo Nuria, (y escribir en una libreta lo que el mar y su
balanceo nos hacen sentir) puede ayudaros a romper esos bloqueos literarios.
Pero a veces no basta con escuchar música, con mirar
fotografías, o con hacer repaso de nuestras escenas televisivas favoritas.
Cuando el bloqueo ha pasado, cuando nuestro corazón se siente más tranquilo, en
paz, y dispuesto a escribir…
No siempre conseguiréis que las palabras cobren vida
para pincelar las ideas que tenéis guardadas en una carpeta, llena de nombres
de personajes, acontecimientos, escenas…VIDA PROPIA EN DEFINITIVA.
Al menos a mí es lo que me ha sucedido en algunos
instantes.
A veces SI estamos preparados para escribir, pero
nos sentimos demasiado “espesos” mentalmente para dejar que las palabras que
tenemos ya esquematizadas den su fruto, sin dejar de ser meros tachones o
borrones con la tecla suprimir del pc y vuelta a empezar.
Me ha pasado eso de creer que ya estaba lista y darme
cuenta de que no. Que las palabras no quieran nacer como quiero que nazcan, y
esto es muy desesperante y enloquecedor queridos lectores. Y a cuántas más
ganas de escribir, más errores, y más desesperación. Tachones en la libreta,
una y otra vez. Un párrafo entero que acabamos lanzando a la nada de los 1 y 0,
porque no acaba de cumplir nuestras expectativas…
¿Os ha sucedido?
Y es justo entonces cuando nuevos interrogantes
bombardean nuestro cerebro haciéndonos titubear.
¿Qué hacer…no escribir? ¡Estoy en el punto de
partida! ¿Sigo bloquead@?
No. No. No.
Entonces llegamos a la conclusión de que simplemente
no estamos preparados para escribir lo que queremos escribir, pero si estamos
listos para crear otras cosas, más pequeñitas, que nos ayuden a reforzar nuestra
autoestima literaria.
Lo que NUNCA, y grabaros esto bien en la cabeza,
NUNCA, debéis pensar es que no podéis salir del hoyo ni escribir nada nuevo. Os
estaréis limitando de nuevo. ¿Y no querréis volver a sentiros pequeñitos, sin
fuerzas, ni llorar como almas en pena por la casa, verdad?
A veces la mejor manera de llamar a las
musas, y que nos hagan caso, es centrarnos en esa inspiración que nos ha
ayudado a romper los bloqueos, y así prepararnos para el paso siguiente.
Con mi amiga Maite Belda he
hablado muchas veces de este tema. A veces la he aconsejado utilizar canciones, utilizar fotografías para romper esos bloqueos. No solo para observar o
escuchar y que mejore nuestro ánimo, sino para crear nuevas palabras. No sé si
habré conseguido que lo haga alguna vez…
Una muestra de mis propias canciones y fotografías:
- Canción “Papillon” del grupo “Editors.
“Make our
escape, you’re my own Papillon. The world turns too fast, feel love before it’s
gone. My Papillon, feel love when it’s shone. It’s kicks like a sleep twitch!”
Esta canción, fragmentos de su letra, y la persona
que me la descubrió, me ayudaron a sobrevivir en un bloqueo anímico de esos que me pegó fuerte. Un bloqueo
total en el que después de llorar y llorar, conseguí vislumbrar de nuevo mi
sangre y crear nuevas palabras.
Salió un relato largo. Comencé a escribir las
ideas mientras la escuchaba y acabé sonriendo, y al igual que mi protagonista, Sivella,
(mariposa en finlandés) tras encontrar mi camino: acabé poniéndome a bailar dando
vueltas y vueltas (en vez de en un jardín, en el salón de mi casa). Gracias una vez más a mi querida Mara
Oliver. Porque estará lejos en distancia, pero siempre está en mi corazón
muy cerca.
-Imágenes de viajes:
Retazos de París y Barcelona, instantáneas de mi
paso por esas tierras. Con esas imágenes creé palabras de lo que me mostraba la
fotografía, y así conseguí que las musas me susurraran pequeños sentimientos
que dicen más de lo que callan.
Seguro que tenéis imágenes de vuestros viajes, de paseos
por la playa, de aventuras inmortalizadas en capturas…Utilizarlassss!
Y así, inspirándonos, hablando en el papel de lo que
tenemos delante, de lo que nos transmite una canción o una fotografía, hemos
creado nuevas palabras, sin importarnos si éstas estaban bien escritas, si
significaban lo que queremos que signifiquen. Simplemente hemos dejado hablar
al corazón.
Y
después de ello, después de que las musas nos hayan regalado su magia…
¡Nos
crecemos!
Y sabemos muy bien, que cuando nos crecemos y nos
sentimos como de verdad queremos sentirnos…entonces ¡ya no hay quien nos pare!
—I’M INMORTALLL!!! —pensamos.
Y ya no tenemos miedo a enfrentarnos a las ideas que
descansan en nuestra carpeta. Ideas plasmadas en un montón de folios distintos,
de colores tan dispares como los personajes de nuestras historias y las escenas
de aquello que les sucederá.
Somos guerreros, nos creemos fuertes para luchar la
batalla de crear nuevas palabras para esas historias que de lo grandes que
resultan a veces, de lo grandes que nos parecen, consiguen bloquearnos.
Cómo veis es posible que las escurridizas musan nos regalen
su magia en el momento menos inesperado. No dejéis nunca de buscarlas, aunque a
momentos jueguen al escondite… ¡Ellas también quieren divertirse poniéndonoslo difícil!
Porque la satisfacción de crear nuevas letras, sean de la índole que sean, vale
muchísimo la pena.
No os limitéis a vosotros mismos…que
no podáis escribir lo que queréis escribir en ese momento no quiere decir que
no podáis seguir dando rienda suelta a la creatividad…vuestra creatividad…
Y vosotros que pasáis a leerme por este rinconcito…
¿Habéis utilizado canciones o fotografías para crear
nuevas palabras, proyectos más pequeños?
¿Lecturas o paseos por la playa?
¡Contadme!
Un abrazo a todos y gracias por leer y firmar. ¡Por
acompañarme! <3 <3
Cuanta razón en tus palabra, querida amiga. Escribir es lo más extraño del mundo; tan pronto estás pletórico por los mundos que se alzan ante ti, como estás hundido en ellos y te parecen... fiascos.
ResponderEliminarCoincido con tus tácticas; series, canciones y largos paseos, ya sea por mar o montaña, ayudan a desbloquear bastante.
Besitos.
;))
Primero, gracias por la mención ;) Y por el ánimo y optimismo que destila este artículo. Canciones, paseos y sobre todo lecturas, concretamente "relecturas" de capítulos que me han gustado mucho me han servido muchas veces para crear esos proyectos pequeños. Es importante lo que dices de dejar hablar al corazón sin importar si lo que escribes está bien escrito. El momento creativo hay que aprovecharlo al máximo. Luego ya vendrá la corrección y el momento "oficio". Un abrazo, guapa!
ResponderEliminarHe llegado a un momento en el que no sé ni lo que me inspira. A veces eso truquitos de escuchar música, ver series, o fotografías, me sirven, pero otras veces no... Y es muy frustrante. Últimamente, lo que más me sirve es enfrentarme al papel, ponerme a teclear lo que sea, y poco a poco las ideas van surgiendo, transformándose en palabras y componiendo historias (buenas o malas, breves o largas, simples o fragmentos de algo más...) Son lo que llamo "Mis retales" y los guardo con cariño porque me han ayudado a desbloquearme y continuar y, además, nunca sabes si volverás a usarlos en el futuro :)
ResponderEliminarAlgunos hemos llegado al punto que ya no sabemos qué es lo que nos inspira. Porque a veces son muchas cosas y, en otras ocasiones, no funcionamos ni a tiros.
ResponderEliminarMuy interesante articulo, mi estimada amiga :))
entrada inspiradora y de nuevo, DITTO, SOUL SISTER, DITTO!!! :D
ResponderEliminary gracias de corazón por estar conmigo en la distancia, algún día te daré un abrazo de oso, ya verás ^^
me voy a hacer un tattoo con la letra de mi Mamá, una cosa más que me une a ti también, tú me diste la idea, mi preciosa estrella del norte :') gracias por TODO.
te quiero, babe <3