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jueves, 17 de julio de 2014

PROMOCIONAR TU OBRA FRENTE A BOMBARDEAR SOBRE TU OBRA

¡Queridos lectores!
 
Hoy os traigo una reflexión que últimamente me trae de cabeza. 

No quiero sonar borde, ni irrespetuosa. Solo expongo mi opinión.

Tras esta aclaración...


Dada la crisis económica que nos acecha y la falta de oportunidades, para autores noveles y no tan noveles, de publicar con una editorial, cobra más fuerza cada día lo de apostar por la autopublicación digital o en papel de tu propia obra…

O incluso aquellos que si publican con una editorial sea grande o pequeña y quieren conseguir llegar a más gente, han de promocionarse para aumentar las ventas y asegurarse nuevas publicaciones.

Por ello, las redes sociales son de vital importancia para los autores que quieren dar a conocer su obra, y ganar de este modo posibles lectores.

Como persona que sueña con poder autopublicarse algún día, me parece perfecto. Como lectora, devoradora de libros y bloguer, me surge una duda muy importante.

¿Y cuál es esa mega duda? ¿Preparados?

Ahí va:

¿Sabemos utilizar realmente las redes sociales como herramienta de marketing para vender nuestra obra?

Cada día se suma un nuevo autor que me sigue a mi perfil de Twitter. Algo que me gusta, y siempre logro ayudar retwiteando el contenido que éste publica. Reseñas de sus obras, fragmentos de éstas, opiniones de lectores que no reseñan pero si quieren dar su opinión…

Pero mi pregunta es: ¿Dónde está la barrera entre el marketing de nuestra obra y el bombardeo al posible lector?

Me explico.

Como bloguer, leo libros y reseño. 

Y hay autores que llegan a mi blog de reseñas, a los que les gustan esas reseñas, o bien dicen gustarles, y me hablan de su obra por si me puede llegar a interesar. Ya sea por mensaje privado al twitter o por email con sinopsis incluida, algunos con pdf gratuito de su obra, otros con los enlaces de compra. Todo ello, lícito, y que me parece estupendo, e incluso me hace muchísima ilusión que piensen en mi blog para ello.

Lo que ya no me parece tan estupendo, es cuando el mismo autor/a me bombardea una y otra vez con los enlaces de su compra, o cuando me manda mensajes exclusivos que solo contienen dicho enlace. Así sin más. Sin un: ¿Hola, qué tal, te gustaría leer…?

Como diciendo eres bloguer, eres lectora, tienes que leerme…tienes que darme publicidad.

Como lectores y bloguers ¿os molestan estas cosas o seré yo que soy muy susceptible?

No me gusta el spam. 

Prefiero aquellos autores que le dan a seguir a mi perfil y que ni siquiera se presentan. No hace falta. Si alguien te sigue es porque cree que algo de lo que cuenta te puede interesar, o algo de lo que tú cuentas le interesa a él.

Así como cuando yo sigo a un escritor, a un bloguer o a una banda de música no le digo por privado: hola, soy fulanita, soy bloguer, o me encanta tu banda, me encantan tus libros, me encanta tu blog…te sigo, ¿me sigues?

No. Ese tipo de seguimientos deja mucho que desear. Yo te sigo. Sí tú me quieres seguir es cosa tuya. Sin obligaciones. No te mando ningún mensaje. 

Prefiero aquellos autores que me mandan un mensaje o email para ponerme en conocimiento y después ya no vuelven a contactar, porque saben que si me interesan sus obras las leeré. Y no me mandan mensajes de compra repetidamente. 

Prefiero aquellos autores que ponen opiniones de sus libros, que utilizan sus cuentas de Twitter o Facebook para colgar pequeños fragmentos de sus obras.

Si, queridos lectores, porque un simple párrafo bien escogido puede dejarme tan intrigada que acabo por comprarme el libro.

Sin embargo, cuando un autora/a me manda infinitos mensajes con enlaces de compra…

¡Ay! (léase como dolor en el pecho, suspiro desesperado, agobio). Ahí ya me bloqueo, me irrito y me cabreo.

Me sale ese lado de guerrera cántabra que intento mantener oculto, y hacha en mano, borro la información, y como me spamee mucho, le quito de mi red social también. 

Yo respeto. Por ello también quiero que me respeten a mí. Hay maneras, y Maneras de hacer las cosas y que todos salgamos contentos.

No soy un anuncio de televisión. No me pagan por dar publicidad, y si me pagaran tampoco lo haría...

Es como cuando ves el telediario, y en medio de las noticias o al terminar el deporte, ahora el que está detrás de la pantallita va y me hace publicidad de un producto que no tiene nada que ver con lo que me ha estado contando ¿ha dónde hemos llegado?


Creo que tan importante es dar a conocer tu obra, como alimentar esa posible atracción hacia tu historia y respetar sin bombardear con información. 

Spam.

Spam.

Spam. Nooooo!!

Promociona: elabora una sinopsis, un fragmento que pueda atrapar, habla de tus personajes, cuelga un booktrailer o un collage de imágenes, y si alguien piensa que quiere saber más, te preguntará. Si quiere seguir leyendo, entrará en la ventana de su navegador y buscará, quién eres, cuáles son tus libros, y dónde los puede comprar.

No porque mandemos a alguien infinitas veces los enlaces de compra a nuestras obras, los comprará o leerá.

Todos tenemos nuestra propia vida…y no hay que perder nunca de vista el respeto.

Es como si al entrar en una librería, el librero nos persiguiera por todo el local, como ocurre en algunos mercadillos…y nos bombardearía con las novedades, con los libros que tiene en stock y que no vende, con aquellos libros que nos pueden gustar por nuestra personalidad o apariencia.

¡No!

El librero te deja que escojas, que pasees, que mires por todas las estanterías en busca de ese ejemplar que te llama a gritos y te implora que lo leas. Ese ejemplar que al tocarle sientes un cosquilleo en tus manos porque sabes que ya no podrás alejarte de él hasta comprarle y llevártele a casa.

Cuando vas a un centro comercial, como por ejemplo un Carrefour, en la sección de libros incluso tienes un pequeño sofá para que te sientes y ojees con tranquilidad aquello que puede que llegues a comprar. En ningún momento un agente comercial literario va detrás de ti para enseñarte ningún título.

En las redes me gustaría que sucediese igual. Poder mirar los tweets o estados de Facebook, y que si algo me interesa sea yo quien busque, quien mire, quien investigue…Ahí radica lo bonito.

Porque un lector que lee al sentirse obligado, es un lector que se sentirá obligado una vez, no será un lector que sea lea todos los libros que saques al mercado.

Las últimas novelas que he comprado son de autoras autopublicadas. Y vaya sorpresa que me he llevado con ellas. Me han encantado o me están encantando sus obras. (Crissi Sark, Meg Ferrero, Carlos J. Eguren entre muchas otros...)

Y no me han mandado ningún email con el enlace de compra o lectura gratuita.

Porque utilizan las redes para promocionar su obra, cuelgan fotos de sus personajes, fragmentos de diálogos y de escenas que te hacen suspirar de emoción y de ¡intriga!

Porque soy yo, como lectora y bloguer, la que les pregunto sobre la segunda parte de la saga, soy yo, la que les pido información sobre sus futuros libros, ¿por qué?

¿Por qué me han mandado quinientos mensajes con el enlace a Amazon o dónde los puedo leer?

¡NOOOOOOOOOOO!

¿Por qué?

Porque me han gustado tanto sus letras, sus fragmentos, sus booktrailers, que estoy día sí y día también, mordiéndome las uñas, expectante por nueva información. Incluso les mando mensajes para decirles cuánto me ha gustado su historia, o pongo fragmentos de ellas en mis estados...

Ando como loca de emoción, tirándome del poco pelo que tengo, deseando que me pasen el enlace de compra a su nueva joya.

Por ello, vuelvo a lanzar mi pregunta:

¿Sabemos utilizar realmente las redes sociales como herramienta de marketing para vender nuestra obra?

¿Qué pensáis vosotros?

Un abrazo lleno de dudas…


11 comentarios:

  1. A mí tampoco me gusta el spam. A día de hoy me siguen llenando el blog con comentarios del tipo: "¡Ay! ¡Me encanta tu blog! Te sigo, ¿me sigues? ¬_¬

    A mí me gusta seleccionar mis propias lecturas, no que me las impongan. Últimamente me llegan muchas propuestas para reseñas al correo y la verdad es que en la mayoría de los casos son respetuosas y suelo aceptar la colaboración. Si me gusta la obra, repito con el autor en cuestión. Pero no soporto que me bombardeen, ¿creen que soy tonta?

    En fin, mi conclusión es que la mayoría de la gente no sabe darle un buen uso a las redes sociales.

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  2. Ay Beka, no sé si es porque llevo muchos días enclaustrada con la pata en alto que me he emocionado de qué me mencionases como ejemplo en tu blog (sensible que está una...)
    Yo odio el spam y lo último que me gustaría es volverme pesada con la dichosa promo del libro y creo que a veces peco de dar poca difusión a las reseñas o informaciones que van surgiendo.
    He de decirte que he llegado a dar de baja a gente porque repiten el mismo mensaje una y otra vez. ¿No se dan cuenta de que su mensaje siempre llega a las mismas personas?
    Creo que no sabemos usar los medios que tenemos.
    Definitivamente no.

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  3. Menudo temazo!!! Vaya tela! yo creo que no sabemos utilizar bien las redes! Cada día veo más gente harta de otra gente que solicita tu amistad y acto seguido, sin que acabes de aceptar, ya te manda un privado pidiendo un me gusta a su página o compra mi libro que te va a interesar. Como has dicho perfectamente, ¿quieres que me interese? Haz algo para ello y no me digas simplemente que me va a interesar porque así... no me interesa!!!
    En resumen: no tenemos ni idea! Pero con amigos y diciendo las cosas claras... se podría conseguir, no??? Vaya, creo que es difícil!!!
    Un beso y muy buena entrada!

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  4. Yo utilizo mucho las redes, quizá alguno pude pensar que demasiado, pero lo que no se me ocurre es colgar publi en muros ajenos como hacen tantos, ni ser tan poco sutil como otros de los que mi compi Meg Ferrero acaba de comentar. Yo creo que en las Redes como en la vida: respeto y educación. Muy buena entrada, Beka!

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  5. Genial entrada. Fíjate que yo pensaba que el spam por mensajes privados o en los muros ajenos era relativamente raro... Que cada uno en su muro y en su twitter ya verá lo que hace (los hay que, como tú dices, saben captar enseguida el interés del lector, y también los que aburren a fuerza de repetir lo mismo). A mi solo me han invitado un par de veces a comprar por privado, y curiosamente, gente que no había interactuado nunca conmigo. En ambos casos decidí responder con un "ah, bien, pues le echaré un vistazo a la sinopsis a ver si me gusta. Y ya de paso, te informo de que yo también tengo un libro..."
    Nunca más se supo de ninguna de las dos invitaciones. Quizás se asustaron al ver llegar de vuelta otra ración de spam, o qué se yo. A mí no se me ocurre entrarle a nadie así de buenas a primeras, pero devolver la invitación me pareció lícito. Hay gente que más que directa, es que le echa mucho morro.

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  6. Yo cansineo una vez al día, en muro. Y hasta yo me canso de mi misma, jajajja. En serio, creo que eso va un poco con la persona, pero como especialista en Marketing, debo decir que la sobre información causa el efecto contrario al buscado. Hay que dosificar y, sobre todo, RESPETAR. Buena entrada, preciosa!

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  7. Yo peco quizás de darme poca publicidad por ese mismo miedo a saturar a mis lectores. No sé si el día que autopublique (si llega ese día) conseguiré un buen plan de marketing que no amenace mis principios y respete a los demás usuarios. Sin duda es un tema difícil.

    ¡Un besi!

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  8. Hola, Rebeka. Me parece muy positivo que saques a colación el tema de la promoción de libros en Twitter. También tengo la impresión de que ciertos autores están bombardeando a sus lectores potenciales y, con ello, logran el efecto opuesto al que desean. Si alguien emplea una publicidad agresiva para vender su libro, mi reacción automática es huir. Más bien, me pasa como a Deerly y promociono mucho más los contenidos de mi blog que mi novela. Asumo que mis seguidores de Twitter están más interesados en información y recursos para escritores que en mera publicidad. Veo las redes sociales como herramientas que facilitan la conexión espontánea con personas que comparten nuestros intereses y por esta vía conseguimos lectores. Saludos.

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  9. Que tal Rebeka
    Buen punto planteas, esa pregunta me la hecho un montón de veces.
    En mi opinión muy poca gente sabe utilizar las redes sociales, pero... ¿cuanta gente sabe usar internet? ¿cuantos conocen un ordenador fuera de encenderlo y apagarlo si es que alguna vez se les ocurre darle descanso? me pregunto inclusive, ¿cuantos saben utilizar un procesador de texto?
    Conocer como teclear, la posición de las letras en el teclado y unas cuantas funciones de la barra de menú no garantiza el correcto uso, pero todos creemos que lo hacemos correctamente.
    Creo que el problema radica en la velocidad de los avances de estos tiempos, nos enteramos de una y sin llegar a conocerla, una actualización la sustituye...
    Entre mis actividades modero una lista de usuarios, en ella no permitimos ventas ni promociones de ningún tipo, es una condición que se acepta al formar parte de ella, pero siempre aparecen usuarios que con la excusa de “Ups, perdonen no sabía” publican y promocionan lo que les interesa y en ocasiones, como suelen decir ustedes los castizos, se cabrean e insisten.
    Tampoco están permitidos links con información sin por lo memos unas pocas líneas que definan el porqué se comparte o un punto de vista y sin embargo, siempre aparecen posts con el simple link, el tema que se copia en automático del título del artículo y la firma en automático también, compartido desde cual o tal red, en mi opinión personal una total falta de respeto.
    En todo caso, para no salirnos demasiado del tema y contestando tu pregunta
    No, no sabemos usar las redes sociales.
    Podemos aprender, pero a veces no detecto mucho interés, pereciera que somos sólo adictos a las corrientes y las modas, dejando todo lo demás como secundario.
    Saludos, ;)

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  10. Gracias a todos por vuestros comentarios. Es un placer saber que os ha gustado tanto el artículo. Gracias infinitas.

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  11. ¡ay amiga! si supieras cortar leña...

    Definitivamente: NO. Hay mucha gente que no sabe hacer servir las redes sociales a su favor.
    A mí me llegan muchos tweets de "@Vik léete mi libro", y con ello consiguen que, por supuesto, no les preste la más mínima atención.
    Hay que trabajar mucho y buscar la manera de captar la atención de la gente que a ti te interesa que te sigan. Una vez lo hacen, debes trabajar para que esa gente se interese por lo que haces.
    No es tarea fácil, y por supuesto no vale el "cómprate mi libro, Buaaa buaaaa buaaa! porque me van a piratear una gente muy mala! buaaaa! compra mi libro que vale lo que sea! buaaa!"

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