SUEÑOS, ÉXITOS Y FRACASOS

Hoy os quiero hablar de los sueños, de los éxitos y de los fracasos.
 
Aquellos que me leéis, sabéis que entre las letras de las distintas secciones de este blog hay escondido un sueño. Un sueño susurrante del que os he hablado y del que al final de estas letras os contaré un poco más.

¿Preparados?

Creo que la vida es una continua sucesión de sueños, éxitos y fracasos. Sea cuál sea el ámbito de nuestros sueños, tenga que ver con lo artístico o no. Por ello el día a día de un escritor no podía ser menos.

No importa si eres un escritor novel o uno experimentado y publicado. O si eres tan solo un proyecto de escritor aún en maduración, como es mi caso. Seguro que todos los que leéis y paseáis por este rincón, si vuestro hobbie es la escritura, sabréis de lo que hablo.

Sueños: aquellas ideas que nos mantienen vivos y esperanzados, aquellas escenas e imágenes que se van sucediendo tras nuestra retina y que nos hacen sonreír unas veces, y temblar de nervios por escribir en otras tantas. Incluso gritar desesperados y llorar.

Éxitos: aquellos relatos, novelas cortas o largas, sagas, bilogías, trilogías, cualquier idea planeada llevada a buen puerto y finalizada.

Fracasos: todas aquellas ideas que no llegan a ser lo que queremos que sean. Todos aquellos retos literarios que nos marcamos y que por diferentes motivos no se materializan. Concursos que no ganamos, concursos a los que no optamos por no finalizar nuestros trabajos…

Nuestro día a día literario, al igual que la vida, es la sucesión y unión de estos sueños, éxitos y fracasos. 

— ¡Qué exagerada! Comparar la escritura con la vida…

Pues para mí sí, queridos lectores…

A veces la escritura forma parte de nuestra vida hasta tal punto que si no escribimos, nos falta esa chispa que la hace completa y feliz. Es lo que me sucede a mí cuando no escribo. Si no fuera por mi hobbie literario estoy más que segura de que yo no sería la persona que soy ahora. Sería otra versión diferente de misma, incluso quien sabe si una versión mejor, pero no la Rebeca que soy.

Y es esa continua sucesión de sueños, éxitos y fracasos quien moldea mi personalidad y me hace ser como soy.

La clave que nos diferencia un poquito está en cómo nos enfrentamos a los determinados sucesos que componen nuestro día a día. 

A veces nos desanimamos y lo vemos todo negro, suele pasarme muy a menudo, pero al final como he dicho en otros artículos, siempre acabo resurgiendo. Es esa mezcla entre utopía y cabezonería o testarudez, la que me caracteriza.

Sé que nadie regala nada, la vida tampoco lo hace. Para que algo bueno te suceda tienes que propiciarlo con mucho tesón. Trabajar duro y luchar con sangre, sudor y lágrimas (sí, yo siempre ¡tan dramática!).

Por eso sé que en este devenir literario habrá muchos sueños. Quizá pasen a la lista de cumplidos (oh, yeahhh!!), quizá sigan esperando su momento, quizá no se cumplan nunca…pero no será porque yo no haya luchado por ello.

Además, todo ser humano sabe que aquello que cuesta conseguir, aquello por lo que nos dejamos la piel, el sudor y la sangre en la batalla, suele ser al final del camino lo más gratificante de todo.

Porque importa mucho llegar a la meta, pero no seríamos nada si no grabásemos en nuestra memoria a fuego lento cada paso pronunciado. Son esos momentos los que nos llevaremos con nosotros algún día.

Quizá en unos meses pueda tachar de la lista de sueños a medio cumplir uno de mis proyectos. He trabajado mucho en él. Corregido, eliminado partes, dado mil giros. Primero sin enseñarlo y después tras haberlo mostrado. 

He llevado a cabo tantos cambios que al final he dudado de si serviría para algo todo lo escrito. Luego, enciendo el telediario y me doy cuenta de que sí. De que lo que he escrito sigue siendo necesario. 

Y ahora mi querida y angelical: Isabel del Río Sanz (escritora que ya estáis tardando en descubrir aquellos que no la conozcáis aún), está corrigiendo ese proyecto, embelleciéndolo, para que así como dice ella: ¡sin epidural ni nah! Salga a luz y ser parido.

Tengo mucho miedo y también mucha expectación, pero ante todo  un vértigo que revolotea dentro de mí porque entregaré un trabajo bien hecho. Que pueda gustar más o menos…qué le vamos a hacer…¡no soy perfecta! Me queda MUCHO por aprender. Pero mi primera vez quería que todo estuviese perfecto y para eso hay que trabajar con un profesional. Una profe mala que te diga tus cosas buenas, pero también que te señale todas tus cosas malas, todos tus defectos, todo lo que falta para que llegue a ser ALGO. Así que gracias a Isabel por todo ello.

Mi única pretensión con estos susurros es que el lector disfrute de la aventura y reflexione. Y después de todo, aunque le decepcione el viaje, si piensa más de la cuenta…¡con eso ya me doy un canto en los dientes! 

—Pero aún queda muuccchooo por hacerrr…

Porque yo misma no soy más que una continua sucesión de sueños, éxitos y fracasos. Y los que estáis ahí, al otro lado, alimentáis todos esos sueños. ¡Gracias por acompañarme!

Y¿ vosotros?

¿Con qué soñáis, cuáles son vuestros éxitos y cuáles aquellos fracasos por los que aún seguís luchando?

¡Contadme! ¡Soy toda ojitos!

4 comentarios :

  1. Esto es carrera de fondo y lo importante es seguir, no rendirte nunca y no ser tan vaga como yo xDDDD eso es muy importante!!!!!

    ánimo nena!!!

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  2. Te iba a decir lo mismo que Leara. Esto es una carrera sin fondo. Sigue ahí y no tires la toalla nunca. Yo conseguí publicar después de cinco años. Aún me queda mucho por aprender, es cierto, pero ahí estamos, luchando.
    Besos :*

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  3. No hay que tirar la toalla. Nunca.
    Muchas felicidades.
    (todos seguimos aprendiendo, la vida es ensayo y error)

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  4. Escribí un testamento desde el curro y al cargar el perfil lo borró :( pero recuerdo más o menos que lo 1º ¡FELICIDADES! Es genial que estés en proceso de revisión y con ayuda ^^
    2º me encanta lo que dices, ya sabes que pienso igual. sueño = idea; éxito=idea llevada a cabo y terminada y fracaso... no creo que en los fracasos, creo que solo se pierde cuando no se intenta, es decir, cuando no se terminan las cosas. Lo de los concursos y las oposiciones y demás es cuestión de suerte y afinidad con el tribunal/jurado

    Un superabrazoooo, mi niñaaaa!!!!

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