Pues es un proyecto literario donde un montón de
gente se pone el reto de cumplir ciertas palabras escritas en un mes, con
sponsors incluidos, ofertas para los ganadores y participantes. Todo relacionado
con la publicación o corrección.
El gran meollo de la cuestión es escribir una novela
en un mes. ¿Cómo os quedáis?
Yo…anonadada. Acojonadita entera.
Además el proyecto tiene su propia web, su tienda, su
blog, sus cabañas privadas donde darse ánimos con otros escritores (algo que
ayuda mucho, la verdad), una bandeja de entrada donde llegan mensajes semanales
con consejos de escritores consagrados y participantes y ganadores de otros
años (ahí estoy yo traduciéndolos con el traductor de google para vislumbrar
algo y no perderme en el camino)…
Este universo en el que vivimos está repleto de oportunidades,
de cosas por descubrir, de coincidencias, de comentarios que te animan a vivir
cosas y descubrir cosas que de otra forma no vivirías.
Yo descubrí este Campamento literario gracias a Helena Pons. Anteriormente había leído sobre el
Nanowrimo por un personaje de un libro de Francesc
Miralles. Y resulta que todo está bien conectado. Como tiene que ser en la
vida. Los hilos invisibles del destino siempre nos muestran muchas
causalidades.
La meta son 50.000 palabras, sí son muchas… (suspiro
bieeen largoooo), pero en esta modalidad de verano (Camp) te puedes marcar tu propia
diana. Yo decidí que fueran 50.000 palabras, el tope. De ahí mi suspiro.
Pero
es que así somos las cántabras. De hacer algo, hacerlo a lo grande, porque
cuanto mayor sea el reto más ovarios le echaremos para conseguir llegar.
Adelanté palabras para poder tener unos días de relax,
pero desde hoy me toca otra vez ponerme a full para no perder mi objetivo. Hay
que volver a cumplir el promedio de palabras fijado e incluso superarlo… Es
hora de decirse: ¿1613 palabras en un día? Clarooo y más que voy a conseguir!!!
No había participado nunca y me parecía un buen reto,
y una genial oportunidad para escribir, de esta forma, uno de esos proyectos
que se había quedado ahí…muerto dentro de mi carpeta negra, olvidado en el
tiempo…
Así que en ello estoy.
Me hice 15000 y pico palabras en tres días, y eso
para mí ya es más que un sueño, ahora solo me queda volver a poner en marcha la
maquinaria y seguir avanzando. Lo bueno de los días de desconexión, es que la
tarea de escribir después se coge con más ganas. Porque también es necesario
desconectar, para ver un poco la historia que estás escribiendo desde fuera, y
tomar conciencia de cómo vas…
Y al fin y al cabo, como escribir es un hobby, una
pasión, un sueño dentro de un sueño, no se hace nada pesado ni obligatorio. Es
una satisfacción enorme.
Aunque no es nada fácil.
Es una carrera de fondo, como bien dice mi amigo Francesc Miralles, porque después de un gran sprint, aún tienes que sacar fuerzas de
dónde no las tengas para seguir en pie sin abandonar.
Debes seguir escribiendo, evitando los baches,
olvidando todo, y dando pasos seguros hacia adelante. Hacia el final de esa
historia, hacia la cima de la montaña, hacia el momento en el que flecha en mano consigues llegar
a la diana que hay en mitad del bosque…y clavarla con todas tus fuerzas justo
en el centro.
Así que a seguir tecleando. A seguir creando un
nuevo mundo con palabras. A seguir poniéndose en la vida de los personajes inventados
y vivir de este modo otras vidas que sino no viviríamos. A disfrutar. Letra a
letra. Párrafo a párrafo.
Aunque no llegue a las 50.000 palabras para el 31 de
Julio, (porque ante todo hay que ser realista), al menos habré luchado como una
pequeña guerrera cántabra por ello. Así que si me veis alucinar en estos días,
si ando perdida y desconectada, o si...
...Os encontráis por la calle con una pirada con cara de desesperación, con un hacha en mano y una flecha en la otra, vestida con pieles de animales y sandalias de cuero en plan
vikinga-guerrera cántabra trasnochada, ¡no os asustéis! Lo más seguro es que sea mi alter ego
escritor.
Y si os bombardeo por las redes con música…ya sabéis
por qué es…necesito inspiración para escribir…¡sí!
Pero además, queridos amigos, esta aventura en la
que ando es muy musical, muy de metal oscuro, muy de sex, drugs, and rock and roll…
Al fin y al cabo nació con el eco de una canción de Murderdolls,
que dice: “Sex,
drugs and rock n roll, have been my only friends”.
Nació del eco de una canción, pero ahora la propia
historia es la que escribe su canción. Tras encender el ordenador, abriré el
documento de Word, me pondré a teclear y menear las caderas entre sombras y
voces mágicas, y ayudaré a mi querida Summer a que sea un poco menos Invierno y
quizá un poco más Verano.
Escribir. Teclear. Respirar. Soñar…
¡¡A por las 50.000 palabras!! Yo puedooooo!!! Come on, Beka…Come onnnn!!!!
Qué valiente eres!!!! Mucho ánimo y mucha inspiración, y ya sabes, llegues o no lo importante es el viaje :D que lo disfrutes mucho!!!
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