ENTREVISTA A MARISA SICILIA

¡Queridos lectores!

Hoy os traigo de nuevo una entrevista. Desde ya os digo que se avecinan unas cuantas, porque he decidido hacerle un hueco a personas muy interesantes, de esas que están siempre al otro lado, hayan publicado o no, y que creo que tienen mucho que mostrar. 

Hoy le toca el turno a una persona muy especial. Marisa.

MARISA SICILIA, es un alma afín que encontré por las redes, gracias a mi preciosa Mara Oliver, y como ya dije al reseñar su primera obra, “ElJuego de la Inocencia”, fue gracias a una cabecera de blog y a una historia por capítulos que ella iba colgando gratis en su rincón, que nuestra conexión se hizo fuerte. 

Pues queridos lectores, a día de hoy, recién salida del horno el día 1 de Enero, esa historia que me enganchó: “LA DAMA DEL PASO”, está a la venta en formato kindle. Así que ya estáis tardando en comprar…

Marisa ha visto su sueño cumplido dos veces. Quedó finalista del premio Vergara RNR, y bajo ese sello publicaron la historia de Louis y Hélene, y ahora gracias a la editorial HQÑ, tenemos la gran oportunidad de devorar otra obra exquisita.

¿Devorar? Sí, sí. Porque es justamente lo que yo he hecho. Devorar sus letras hasta altas horas de  la madrugada, porque sus protagonistas son tan intensos, diferentes y con personalidades tan arrolladoras que se cuelan muy dentro de la sangre y no te sueltan.

Por eso, para que conozcáis sus obras si aún no lo habéis hecho, y para que descubráis un poco más a mi Marisa…

Os dejo con ella:

- Querida Marisa Sicilia, cuéntanos un poco sobre tu yo escritor, sobre “El Juego de la Inocencia” y “La Dama del Paso”, y dónde puede encontrarte el lector de esta casa…

Lo primero gracias, Beka, por dejarme un hueco en tu casa y por haber estado ahí desde el principio. Es especialmente emocionante porque fue justo La dama la que nos unió, así que figúrate si me hace feliz estar aquí hablando de ella. Y en cuanto a las obras en sí, os cuento. Para empezar diría que se trata de dos novelas muy muy distintas. El juego de la inocencia es una historia de luz, de calor, de verano. Sensual, ligera, libertina como Louis, su protagonista. La dama del paso es casi todo lo contrario: frío, intensidad, claroscuros… En parte se debe a la época, pero también a lo que quería contar. En mis historias el contexto es muy determinante, marca el carácter, por así decir. Si en El juego todo es medido y refinado, al gusto del siglo XVIII, en La dama del paso nos hallamos en plena Edad Media. En cuanto rascas un poco debajo de los tratamientos corteses, lo que encuentras son pasiones violentas en estado puro.

Como escritora me gusta mucho jugar con esas diferencias, ir de un extremo a otro, cambiar por entero el ambiente y las circunstancias. Sin embargo, a pesar de todo lo que las separa, pienso que en mis historias también se pueden encontrar puntos comunes, sobre todo en lo que se refiere a los personajes. Mis protagonistas no son de una sola pieza ni encajan bien en los patrones de héroes o heroínas. Tienen virtudes, pero también debilidades y defectos, graves defectos. Me gustan los personajes con matices y lados oscuros y siempre que escribo trato con todas mis fuerzas  de que el lector también le puedan gustar, aunque a veces eso no ocurra hasta el final, muy al final…

Y si queréis saber más de ellas, además de en todas las plataformas digitales, podéis encontrar información y contenido adicional en sus respectivos blogs, El juego de la inocencia, La dama del paso, o en el mío personal, Cosas que hago por amor.

- ¿Cuándo nació tu vocación literaria? ¿Cómo es tu proceso de escribir y enfrentarte al papel (o la pantalla del pc)? ¿Cómo nace esa chispa que te hace involucrarte en un proyecto nuevo?

Pues comencé a escribir hace relativamente poco, unos cuatro años. Siempre he leído mucho y, cuando terminaba con la lectura, las historias continuaban girando en mi cabeza, tomaban caminos alternativos, pero nunca me había propuesto volcar nada en un papel, ni siquiera un cuento. Fue en un foro, junto a un grupo de amigas, cuando comencé a plasmar ideas solo por pura diversión y con mucho miedo a hacerlo mal, pero a ellas les gustó y a mí me encantó. Me resultó tan divertido, tan absorbente… Fue apasionante tratar de encontrar las palabras adecuadas, la réplica exacta, conseguir sorprender. A partir de entonces ya no pude parar. Sin embargo, tampoco escribo continuamente. No me obligo a hacerlo a diario (tampoco dispongo de tiempo material) ni tengo demasiadas rutinas. Además necesito tiempo entre historias, soltarme de una antes de engancharme a otra. No puedo escribir dos a la vez y si me paro con una, mala cosa… Luego me cuesta muchísimo regresar a ella. 

En cuanto a lo que las hace nacer, se me ocurren muchas ideas fugaces, por así decir, pero solo unas pocas llegan a prender con la fuerza suficiente.

Normalmente son imágenes muy pequeñas acompañadas de unos cuantos detalles que a veces se quedan solo en eso y otras crecen y crecen. Cuando me atraen mucho y las tengo bosquejadas y claras en mi cabeza, es decir, tengo el principio, el medio y el fin es cuando me siento a escribir y a documentarme. Es un proceso que suelo realizar a la par. Igual que buscar las imágenes, la música de fondo, las lecturas… todo lo que pueda ayudarme a ponerme en situación. No ya porque me sea imprescindible, con frecuencia se trata de cosas que no voy a usar en la historia, es porque también es una forma más de disfrutar del proceso y de vivirlo con más intensidad. Es sobre todo porque me lo paso muy bien haciéndolo.

- Ambas obras publicadas pueden clasificarse dentro de la novela romántico-histórica, y es un género que manejas a la perfección, ¿por qué este género y no otro? ¿Tienes alguna obra escrita perteneciente a otro género?

Pues justamente la historia que me ha tenido ocupada en los últimos meses y que acabo de terminar es actual, y la verdad es que me ha supuesto un reto. Me gusta mucho la histórica, diría que hasta que las palabras me salen con más facilidad, además me encanta todo lo que conlleva de recreación de ambientes, de evocación. Creo que más que capacidad de descripción, mi fuerte es la evocación. Encontrar las referencias adecuadas para que el lector identifique con rapidez aquello sobre lo que estoy contando. No me gusta abrumar con detalles, no me gusta leerlos ni escribirlos, pero creo que es importante poner en situación a quien lee. Además yo escribo sobre lo que me gusta, y me gustan muchas cosas, pero tengo debilidad por la historia, por eso siempre acabo volviendo a ella.

- Sobre tu última obra, LA DAMA DEL PASO: ¿Cómo fue la creación de tus personajes, el ambiente, la época? Como lectora reconozco que lleva un gran trabajo de documentación, de ambientación de escenas, paisajes, personajes secundarios, subtramas…entre sus páginas. ¿Cómo hiciste para no volverte loca?

Con La dama lo que necesité sobre todo fue tiempo. Es una novela larga y recuerdo que comencé a idearla a primeros de septiembre y que pasé todo ese mes dando vueltas en torno a la idea. Lo bueno fue que cuando comencé a plasmarla veía todos los pasos a seguir con muchísima nitidez. A lo largo del proceso de escritura surgieron detalles nuevos y redondeé cosas, pero lo fundamental apenas cambió. Tardé nueve meses solo en redactarla, siempre por escrupuloso orden, nunca escribo escenas adelantadas. En ocasiones, sobre todo cuando fue disminuyendo el entusiasmo del comienzo, pensaba en todo lo que me quedaba por delante y se me hacía cuesta arriba continuar, pero era justo pensar en lo que me esperaba lo que me impulsaba a seguir. 

En cuanto a los personajes, los escenarios, eso no me costó tanto. Suelo ver a los personajes con mucha claridad, tanto sus rasgos físicos como de carácter, y cada uno ocupa su función en la historia. Eso es vital a la hora de encajar las tramas. Yo lo comparo con resolver un puzle. Si lo estás haciendo bien, al final todo te tiene que encajar. Lo que hay que hacer es asegurarse de contar con las fichas correctas, que no te falte ni te sobre ninguna.

- ¿Qué fue lo primero que pensaste para la Dama, lo que encendió la chispa para todo lo demás? ¿Recuerdas lo último que ataste?

La primera imagen de La dama fue muy clara. Una madrugada fría y desapacible, una mujer azotada por el viento y asomada a una muralla. Era joven y estaba sola y quería seguir estándolo ¿Por qué era tan fría? ¿Por qué estaba empeñada en ser dura y solitaria? Rápidamente vi las respuestas a todas esas preguntas y quise ponerla a prueba, llevarla al límite y tratar de romper sus barreras. Era difícil y eso fue una razón más a favor. Me gusta lo difícil.

Y en cuanto a lo último que até supongo que fue el final. Yo sabía cómo sería el final, pero no tenía muy claro dónde. Según iba avanzando, y como me suele pasar, me  fui dando cuenta de que no había más que una respuesta posible a eso…

- En La Dama, el lector se encontrará con una protagonista femenina inusual para la época. Lady Arianne es una protagonista un tanto fría por ciertos acontecimientos pero que no duda en luchar con uñas y dientes. Según mi opinión, una de las mejores protagonistas que he descubierto desde hace mucho tiempo. ¿Tuviste siempre claro la personalidad de ambos personajes principales o fueron mutando a lo largo de la obra?

Los dos fueron así desde el primer momento, sin embargo sí que hubo ocasiones en las que sus reacciones me cogieron desprevenida. A veces, mientras escribes, ocurren cosas que no tenías pensadas, pero que “caen” de forma casi independiente de tu voluntad, como si se debiese a la acción de la gravedad.  Puede ser que ocurra que tus protagonistas estén pensando en cómo herirse más profundamente el uno al otro y en ese mismo momento vayan y se besen, o que estén planeando un acto de barbarie y en lugar de eso tengan un gesto noble y generoso. Cosas así sí que ocurren continuamente, pero no creo que sea porque varíe su personalidad, es solo que a medida que escribes los vas conociendo mejor…

- Cuéntanos un poco de ese día 1 de Enero ¿Cómo te sentiste al ver otro sueño hecho realidad?

Fue muy emocionante, doblemente emocionante por tratarse de un día tan especial. La dama del paso es una obra en la que he puesto mucho de mí, casi me atrevería a decir que lo mejor. Me llevó una cantidad enorme de tiempo no solo escribirla, sino corregirla y sacarle brillo. Ajustar las frases, tratar de depurar los malos hábitos, quitar todo lo que no fuera absolutamente necesario y añadir lo que pudiera faltar. Fue un trabajo largo y laborioso, aunque también satisfactorio porque disfruté y aprendí mucho haciéndolo. Después de tanto esfuerzo y tanta ilusión, porque las dos cosas iban a la par, verlo por fin realizado, cuando lo descargué y se abrió en mi tablet… Es difícil de explicar con palabras, pero seguro que lo podéis imaginar. Todo el día estuvo lleno de emociones. Hace que sientas que lo que has tenido que pasar para llegar hasta allí ha merecido la pena.

- De todos tus personajes a los que tenemos acceso, ¿con cuál te quedas? ¿Cuál te ha costado más dar vida en el papel? ¿Y cuál fue el más fácil de crear? Vamos en definitiva, cuál se ha resistido más y cuál ha sido más fácil de manejar…

Lo dije cuando anuncié la publicación de la novela y es la verdad. Arianne es mi protagonista favorita, tanto entre los femeninos como entre los masculinos. Y no es que fuese difícil de crear, pero reconozco que puede ser complicado entenderla a veces, puede mostrarse inaccesible, hostil, cerrada. Tiene buenas razones, pero no está dispuesta a revelarlas así como así. No es alguien que se vaya a ganar nuestra comprensión instantáneamente, sin embargo estoy convencida de que la merece. A veces los lectores me dicen que les cuesta perdonar los fallos en la forma de ser o de actuar de mis personajes. Yo no puedo evitar ser tolerante con ellos, pero con Arianne con mucha más razón. A Arianne se lo consiento todo.

Y el más fácil de crear… Creo que me quedo con Louis. Louis de Argenteuil no solo fue fácil, además fue divertido. Escribir a Louis me lo hizo pasar realmente bien y hasta con sus desventuras disfruté haciéndole sufrir. Si con Arianne me sentí solidaria con Louis fui un poco malvada. Es lo bueno de escribir, es como cambiar de carácter según la ocasión.

Beka dice: Como lectora sabes que Louis me encantó, pero si solo he de escoger uno: mi Lady Arianne me ha cautivado totalmente el corazón.

- ¿En qué estás trabajando en estos momentos?  ¿Nos podrías desvelar algo a todos aquellos que deseamos leerte de nuevo?

Pues como te comentaba antes acabo de terminar una novela actual y que transcurre en Madrid, más concretamente con los juzgados de Plaza Castilla como fondo, y en cierta manera su elaboración me ha supuesto aún más reto que cuando se trata de histórica. Es una novela que parte de una situación poco usual, por usar un rodeo que no desvele demasiado. Encarrilar la trama, centrar a los personajes, hacerlos cercanos y creíbles, aún más cercanos, porque ocurre aquí y ahora y no valen recursos ni excusas, ha sido complicado. También porque me gusta mucho jugar con la ambientación, y la histórica te proporciona unos escenarios tan espectaculares como tú te los quieras permitir. Pero si estoy contando un desayuno en una cafetería del centro… lo mires como lo mires no es como un castillo medieval ni como las fiestas galantes en la corte francesa.  El caso es que, pese a echar de menos los escenarios de época, al final creo que conseguí que me quedara como pretendía y, como me pasa siempre, volví a enamorarme con la historia y con sus protagonistas. Aún no sé lo que ocurrirá, pero con un poco de suerte me gustaría conseguir que más gente también se enamorase de ella.

- ¿Qué consejos le darías a todos aquellos escritores que sueñan con llegar al lector y ver sus obras publicadas en el formato que sea?

Soy muy mala dando consejos. Pienso que lo importante en esto es encontrar tu propio camino y seguir avanzando en él. Quizá me atrevería a decir que se necesita exigencia y constancia. Que si queremos mejorar no podemos conformarnos con lo primero que nos salga y que tampoco se trata se ser tan autocrítico que eso nos impida avanzar. Y ante todo que procuren disfrutar. El proceso de publicar muchas veces está lleno de baches: las negativas editoriales, las ventas, los comentarios o la ausencia de ellos… Son muchas cosas que no siempre salen como nos gustaría, pero si estamos satisfechos con lo que hemos conseguido, si de veras hemos hecho lo mejor por nuestro trabajo, entonces pienso que ya tenemos mucho ganado. Es una recompensa que nadie nos podrá arrebatar.

Muchísimas gracias por tu tiempo, Marisa.  Es un honor para mí tenerte en mi rincón y te deseo muchísima suerte en esta nueva aventura. Sé que la tendrás…