¡Queridos lectores!
Espero que el nuevo fragmento de Ravens os guste. Esta vez es Lee el protagonista, aunque Annabel no está muy lejos ;-) Un momento importante dentro de la historia que espero que os deje con ganas de más... xD
¡Me encantará leer vuestros comentarios!
6. LEE
Lee estaba trabajando en el taller, terminando de poner a punto el motor de un Ford Focus blanco, cuando una voz femenina lo interrumpió sacándole de su mundo.
—¡Perdona! ¿Podrías atenderme por favor?
Cuando levantó la vista se dio un golpe con el capó y su voz susurró:
—¡Auuu!
Sus mejillas se turbaron al encontrarse de frente con una chica de su edad, vestida con chupa de cuero, pantalones vaqueros rotos y botas militares, con un casco entre sus manos. Se quedó paralizado hasta que reparó en el golpe e instintivamente se tocó la cabeza.
—¿Estás bien? ¿Te has hecho mucho daño?
—¡No es nada! —respondió haciéndose el fuerte, mientras pensativo se tocaba la cabeza y sonreía, antes de preguntar: ¿Querías algo?
—Sí, la verdad es que venía para saber si mi Harley ya estaba revisada. El señor Johnson me dijo que estaría para hoy. —contestó Annabel.
Con los ojos como platos le preguntó:
—¿La Harley morada con la calavera plateada es tuya?
—Sí, ¿por qué? ¿Tiene alguna avería grave? —inquirió la chica.
—¡No! Está lista desde esta mañana. Solo que por el modelo y el nombre de la factura pensé que su dueño sería un hombre —contestó algo avergonzado.
—Y una jovenzuela no puede conducir una Harley ¿no? —dijo Annabel sonriente e irónica, antes de pronunciar: Era de mi padre pero ahora es mía. Stevenson es mi apellido. Mi nombre es…
Y en ese mismo instante sonó el teléfono interrumpiendo la conversación. Era Beth.
—¡Hola Amore! ¿Ya estás en casa? Yo estoy recogiendo la Harley y en nada estoy ahí — dijo Annabel mientras le pedía a Lee la factura entre señas y le pagaba el arreglo, para seguir hablando por el celular.
De reojo no pudo evitar mirar al joven que tenía frente a ella. «¿Quién será?» «¿El hijo del Sr. Johnson?»
Él le dio las llaves de la moto, ella se montó, arrancó y colgó diciendo: Besitos.
El chico seguía maravillado observándola.
Annabel se guardó el móvil en la chupa, se puso el casco y pronunció un sonriente: ¡Gracias! Mirando fijamente a Lee antes de abandonar el taller entre rugidos de motor.
Él la despidió con la mano, mirándola en la lejanía.
—Para una chica guapa que aparece y tiene novio —dijo con semblante triste el chico antes de continuar con el motor del Ford blanco.
Una hora más tarde llegó su padre y, al ver que la Harley no estaba, le preguntó:
—¿Ya ha venido la señorita Stevenson a por su moto?
—¡Si papá, hace una hora que se marchó! —contestó el chico.
—Es guapa ¿eh? Además por su forma de vestir y por la pegatina de la calavera en la moto, me da que tenéis los mismos gustos. En la factura está su teléfono —dijo el hombre sonriendo pícaro alzando las cejas varias veces incitándole a lanzarse.
—¡Puede ser! Lo que pasa es que dudo mucho que a su novio le haga mucha gracia que yo la pida salir.
—¿Novio? ¿Te ha dicho que tiene novio? Pues a mí no me dijo nada de tener novio cuando vino y estuvimos hablando un buen rato, y me dijo que vivía sola.
—No sé… ¿Pero las palabras “amore” y “besitos” en una conversación telefónica te dicen algo? —dijo Lee enfadado.
—¿La has expiado mientras hablaba por teléfono? —preguntó el hombre sonriendo de nuevo—. Yo no te he educado para eso…
—¡Yo no he expiado a nadie, ella hablaba mientras me pagaba…¡Y deja ya de sonreír, viejo! —dijo malhumorado el chico.
Su padre se metió en la oficina levantando las manos en señal de rendición, para dar cierre a la jornada laboral y hacer balance, mientras que en su mente seguía pensando en Annabel.
—Pues qué raro, si me dijo que ya no tenía novio, y que vivía sola desde la muerte de su abuela y de su padre…En fin…una pena, para una chica guapa y similar en gustos a Lee y tiene pareja.
»Pero a Lee le ha gustado, esos celos le delatan y eso quiere decir que al menos se ha fijado en ella, parece que la cosa cambia…Guardaré el teléfono por si acaso —dijo el hombre entre susurros para sí, sonriendo contento.
¿Qué os ha parecido?
¡Un abrazo!
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¡Hola! El primer encuentro de Lee y Annabel no podía haber sido mejor. Gustos similares, un malentendido, otro personaje que les ayude a que su encuentro no quede en esa visita al taller... Siento mucha empatía hacia estos personajes y ya estoy deseando leer el próximo fragmento la semana que viene.
ResponderEliminarBesos ;)
El colegeo del padre intentando allanar terreno, no tiene precio jejeje. Pobre Lee, para una chica que le gusta... Ojalá que no tarde en darse cuenta de su error, parecen hechos el uno para el otro.
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