Ayer tuve el placer de colaborar en el blog de mi querido amigo: Viktor Valles, para hablar sobre mi experiencia en el certamen Nanowrimo.
Podéis leer mi artículo en el siguiente enlace:
http://viktorvalles.blogspot.com.es/2015/05/nanowrimo-campus-escritores.html
Y hoy, es el turno de Viktor Valles en mi blog. La primera colaboración en este rincón que nada tiene que ver con entrevistas. Y qué mejor forma de colaborar que con un certero artículo sobre los escritores del mañana. Sobre esos escritores que además de escribir tienen que promocionar su obra y sacarla adelante.
Sin más dilación, os dejo con Viktor:
Espero que os guste lo que tiene para contarnos, que le dejéis muchos comentarios y que visitéis su blog, porque lo merece.
¡Un abrazo!
Los escritores del mañana
El mercado evoluciona. Hace algunos años
muchos de nosotros no nos hubiéramos imaginado que, por ejemplo, se paralizaría
la construcción de la forma en la que lo hizo. Tampoco nos hubiéramos imaginado
que el periodismo fuera un oficio tan precario como lo es actualmente o que los
estudios de fotografía fueran, prácticamente, cosa del pasado.
Con mucho cariño recuerdo el discurso que dio Álex de la Iglesia en la Gala de los Goya de 2011. Un discurso que bien podría titularse
«Internet es la salvación de nuestro cine».
Puede sonar extraño, puesto que
directores, productores y demás personajes del cine se lamentan —continuamente—
por la piratería. Pero una cosa debería quedarnos clara: está en nuestras manos
hacer que la cultura sobreviva.
Dicho esto… ¿Qué ocurre con la
literatura?
Lo mismo que con el cine. Lo mismo que
con la música. Lo mismo que con el teatro: lucha por sobrevivir.
A día de hoy han aparecido muchas
novedades —principalmente a nivel tecnológico— con intención de ayudar a que la
literatura, como profesión, sobreviva. 21 symbols, Bubok, Amazon Kindle,… Y los
escritores, por nuestra parte, debemos entendernos con ello. Y debemos
evolucionar con ello…
Por lo que a mí respecta, empiezo a
pensar en el futuro del escritor de una forma —más o menos— concreta. Y creo
que no voy desencaminado. Y es que todo apunta a que, en un futuro no muy
lejano, el sector editorial no existirá o poco tendrá que ver con lo que hoy
conocemos como Editoriales. Y el escritor deberá lanzarse al mar, él solo, con
sus proyectos.
El
escritor será un autónomo.
Esto, de hecho, ya es una realidad. Pero
irá aún más allá. El escritor será el encargado de contratar los servicios de
un editor, un corrector, un maquetista, un «portadista» (ilustrador o diseñador
gráfico) y a cuantos sean necesarios para que su proyecto tenga la calidad
suficiente como para ser consumido por los lectores.
No nos olvidemos que una obra mal editada
e insuficientemente corregida —entre otros errores— será escupida por el
lector.
El
escritor exigirá remuneración.
Cada vez nos encontramos con más
«editores» que pretenden que los escritores trabajen por amor al arte. Y no, no
se trata de proyectos benéficos: los escritores no cobran para que el editor
pueda lucrarse. Llegará un punto en el que —al no existir el modelo de edición
tradicional— los escritores se negarán a trabajar gratis. Porque los juntaletras también tienen esa curiosa
manía de pagar las facturas…
El
escritor será, a su vez, Director de Comunicación.
Los profesionales autónomos ya tienen
claro que deben estar en Internet y, en la red, no se puede estar de cualquier
manera.
A los escritores, si quieren sobrevivir,
no les quedará otra que ponerse las pilas con el networking, el branding y la comunicación en medios sociales como Twitter, Blog o Facebook. Esta será una parte importante de su
trabajo diario.
Ah, y no les valdrá con publicar tuits
mencionando a otros usuarios para que visiten sus enlaces…
El
escritor tendrá pleno derecho sobre su obra.
La autoedición, si la llevas por tu
cuenta, te ofrece una ventaja de control increíble. Puedes saber, prácticamente
a tiempo real, cuántos ejemplares de tu obra se venden y —de esta forma— saber
si tus acciones de promoción están funcionando. Pero no solo eso: si una
productora quiere comprar los derechos de tu obra, se pondrán en contacto
contigo o con tu agente (si lo tienes). Y podrá el escritor decidir mucho más
de lo que la mayoría pueden actualmente…
El
escritor se diplomará en Productividad.
Con la de tareas pendientes que tendrá
este escritor del mañana, tendrá que ingeniárselas para exprimir cada minuto.
Se aprovechará (a parte de las libretas de «escritor romántico») de todo
dispositivo habido y por haber. Y las apps de productividad (como Evernote,
Pocket, Google Calendar o Scrivener) serán sus preferidas.
Una buena organización y unos buenos
hábitos productivos son la panacea.
El
escritor aprenderá a escoger qué trabajo debe realizar.
Actualmente nos encontramos a algunos
autores muy perdidos. Escritores sin nicho y sin un camino claro. El escritor
de mañana escogerá su nicho y lo exprimirá. De esta forma no tendrá la
necesidad de buscar nuevo público objetivo, puesto que este siempre será el
mismo.
Sobre estas (y otras) bases se sentará el
escritor del futuro. Por ello, si quieres ser escritor, recomiendo que vayas
pensando en cómo sortearás los obstáculos. Por supuesto, mucho ánimo. Nadie
dijo que fuera fácil, pero si algo puedo asegurarte es que ser escritor (y amar
tu oficio) es reconfortante.
Si deseas leer otros artículos como este
(porque no voy a estar invadiendo el blog de Rebeca cada dos por tres)
recomiendo que me acompañes en mi blog. Para todo lo demás… ¡Mastercard!
Me ha encantado tu artículo, Víktor :)
ResponderEliminarYo también creo que la evolución seguirá el rumbo que has perfilado, ya se puede ver a algunos escritores consagrados que dan el paso a la autopublicación, si no recuerdo mal Paulo Cohelo fue de los últimos.
¡Un abrazo a los dos!
Suena un poco agotador, pero tienes toda la razón, Viktor, sobre todo si pretendes vivir de escribir, lo cual es difícil pero no imposible. Queres es poder, estupendo artículo :)))
ResponderEliminar¡Muchas gracias Beka por cederme un hueco! :-)
ResponderEliminarMuchas gracias Ana :-) Puede que algunas partes hayan matices diferentes o que no sea exactamente igual, pero que para allá vamos...
Muchas gracias Marisa :-) La verdad es que un poco sí. Pero dicen que sarna con gusto, no pica... Y, tal como dije al final, dedicarte a lo que te gusta... ¡no tiene precio!
Besines a las tres =^.^=
Muy buen artículo. Los escritores del mañana hoy
ResponderEliminarExcelente artículo. Yo, como autor independiente, puedo decir que esta es YA mi realidad. No puedo vivir de esto (todavía), pero me veo reflejado en cada uno de los apartados del artículo.
ResponderEliminarEnhorabuena por el texto ;-)